Esto nos lleva a hacer un uso responsable del papel y por lo tanto debemos evitar su uso de forma indiscriminada. La publicidad en papel que llega a nuestros buzones va directamente a la basura en el 90% de los hogares, por lo que claramente es un gasto totalmente innecesario de recursos. Y a la larga, tendrá un impacto ambiental en el que todos nos veremos afectados gravemente.
Nuestro propósito es que aquellas personas que no le dan ningún uso a este papel puedan renunciar a él, y de esta forma todos ganamos: evitamos malgastar recursos naturales, evitamos la contaminación de los procesos productivos del papel y su distribución, y las empresas que quieran publicitarse no malgastarán el dinero en formas de publicidad que no tienen retorno alguno.
Mucho hablamos de los recursos naturales que se necesitan para producir papel pero, ¿realmente son tantos? “Ya, pero yo lo tiro al contenedor azul y se recicla”. Muchos pensamos que con el simple hecho de reciclar el papel, el problema ya está resuelto. Quizás un poco, pero solo un poco… Fíjate en la siguiente tabla, donde ponemos números a las cantidades:
Este es el quid de la cuestión: resulta que el papel no puede reciclarse infinitamente, sino que las fibras de papel se degradan con cada reciclado y, por lo tanto, en todo proceso de reciclado siempre es necesario aportar un 20% de pasta virgen (madera). Además, para que el papel reciclado llegue de nuevo a la industria hace falta: